sábado, 15 de marzo de 2014

Capitulo 8 Locura en mi casa

Cuando al fin desperté mis padres estaban preocupados por mi me desmaye 3 veces en 2 días y había perdido sangre por llorar mucho.
Amy. Mi amor estás bien?? *dijo tocándome una de mis púas* 
Jackie. Por qué me hize de color morado?? 
Shadow. Es algo de cuando eras bebé, tu eras como la hija de Amy y Sonic ese hijo de...
Amy. El punto es que a medida que te vas recuperando te haces de color blanco. Ahora a comer por que no has comido muy bien y te enfermarás querida...

Pasaron las semanas, semanas de dolor por que cada vez que cerraba los ojos recordaba nuestra discusión. Cuando llegue a la escuela todos me preguntaban y me daban regalos de: "Mejorate pronto..." Todos menos el....
Coldness. Que pasa?? Siempre hablas, chismeas y me cuentas algún secreto de alguien... Pero ahora estas diferente...
Jackie. Si... lo siento me tengo que ir perdón... *dije corriendo hacia casa* 

Cuando entré a la mansión las sirvientas me dijeron que mis padres se fueron de viaje y ellas también, así que me quede sola todo el fin de semana (Sábado, Domingo y Lunes).
Jackie. Ah al fin sola

Oí el timbre soñar así que abrí y estaba el...
Jackie. Que haces aquí?? *dije mirándolo a los ojos* 
Dark. Perdón preciosa *dijo mientras agarraba mis palmas* 
Jackie. Te perdono ^^ *dije mientras lo invitaba a ver una película en mi cuarto*  

Sonrió y me miro con picardía. Traía una bolsa de cartón de esas de tiendas, saco un sombrero extraño y se lo coloco en su cabeza. No pude evitar reírme y fue cuando el cubrió mi boca con un beso intenso. Rodeo mi cintura con sus fuertes brazos y me sentí entregada a ese instante. Me prendí de esos labios para deleitarme en su frescura. Sin dejar de besarnos y abrazarnos como si fuéramos amantes de siempre, entramos en la sala y terminamos tendidos en el sofá. Mi cuerpo pedía ser poseído por su boca, por sus manos. Sentí el calor su cuerpo envolver el mío en deseo, mis manos arrancaron su camisa y comencé a besar su cuello, sus hombros, mientras el quitaba mi blusa para acariciar mis senos, los miro con ganas y fue tras los pezones para jugar en ellos con su boca, dedicándose a conocerlos a sentirlos a gustarlos. Mi pecho se erguía agitado ante esas caricias y el fuego de la lujuria subió por mi vientre al sentir a través de la tela del jeans como su miembro hinchado se apoyaba en mi pubis. Mi mano bajo para acariciarlo. Ansiosa por conocer su tamaño. Tantas veces lo había imaginado, ahora estaba ahí al alcance de mis dedos para saciarme. Fuimos desvistiéndonos sin dejar se acariciarnos. Sus besos bajaron por mi piel hasta mi sexo para deleitarle la boca con su humedad. Dedico pacientemente su lengua a saborearme sin dejar de estimular mi perla como a mí me gusta. Estaba enloqueciéndome. Cuando el timbre de mi teléfono comenzó a sonar insistentemente. No podía dejar de gemir ante aquella oleada de placer que subía por mi vientre. Pero el teléfono volvió a sonar. Era mi mejor amiga tenía que atender, pero no quería perderme ese delicioso momento. Solo atine a apagarlo y acomodarme sobre el cuerpo de mi amante y hacer mi parte de un hermoso 69. El placer de devorar y ser devorado, de tener ese miembro duro, como una hermosa barra de carne ardiente llenando mi boca y en cada entrada mi lengua saboreaba su riquísimo fluido que escapaba en pequeñas gotitas. No deje de explorar nada, sus testículos me encantaron sentirlos suaves, perfectos. Estábamos gozando al máximo esta previa, cuando sentí el deseo de tenerlo dentro de mí. Mis muslos se abrieron ante su cuerpo y comencé a recibir cada centímetro de su pene que se iba abriendo paso dentro de mi empapado, El meneo de nuestros cuerpos se volvió más intenso. Me encantaba como lo hacía, como sincronizo sus movimientos a los míos sin parar, el frote de su pubis contra mi clítoris me estaba llevando al cielo del éxtasis, mis dedos se clavaron en su espalda al sentir como me iba en una oleada de espasmos que me dejo sin energía. Él espero que yo me repusiera para volver a atacar nuevamente, ahora en otra posición… que si quería hacer todo, probar todo…hasta llevarme una y otra vez a estallar.

Nos recostamos uno alado de otro en aquel sofá... así nos quedamos viendo por un largo rato… al ver la hora nos vestimos lo acompañe a la puerta, nuevamente nos besamos y esta vez el se fue… cerré la puerta y subí a mi habitación tome una pastilla de emergencia y me recosté en mi cama...


Continuara...



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